
Dedicar un día completo a medir el rendimiento de los frenos del Civic Type R fue lo que hicimos: detenciones de 100 a 0 km/h y de 60 a 0 mph, pruebas de desvanecimiento tras varias paradas y modulación del pedal. Así es como se comporta el hot hatch de Honda cuando presionas con fuerza el pedal del freno.
Prueba del coche: Honda Civic Type R 2024 (FL5), motor turbo de 2.0L I4 (315 hp, 310 lb-ft), transmisión manual de seis velocidades, peso en vacío de 3,188 lb. El sistema de frenos incluye pinzas Brembo de 4 pistones en el frente con discos de dos piezas de 350 mm y traseros ventilados de 305 mm; neumáticos Michelin Pilot Sport 4S 265/30ZR19. Nuestro peso en prueba, incluyendo al conductor y el equipo de datos, fue de 3,270 lb (1,484 kg). Condiciones y protocolo: pista de pruebas cerrada, clima seco y 72°F (22°C), asfalto con un agarre máximo de 1.0 µ, ligera brisa cruzada de 4 mph.
Presiones de los neumáticos ajustadas en frío a 34 psi en el frente y 32 psi en la parte trasera (estabilizadas en 36/34 psi al calentarse). ESC en modo Sport (umbral de estabilidad en pista), ABS totalmente activo. Datos capturados a través de Racelogic VBOX y temperaturas de los discos infrarrojas entre las pruebas. Resultados de parada única: de 60 a 0 mph, el Type R necesitó 108 pies (32.9 m), promediando una desaceleración máxima de 1.07 g.
De 100 a 0 km/h, registramos 33.6 m (110.2 ft). Ambas cifras fueron repetibles dentro de ±2 pies (±0.6 m). El recorrido del pedal se mantuvo corto con una respuesta firme y progresiva; la mordida inicial es contundente pero no agresiva, lo que facilita frenar justo en el umbral del ABS. Prueba de desvanecimiento en paradas repetidas: cinco paradas consecutivas de 100 a 0 km/h con 30 segundos de intervalo entre cada una.
Distancias: 33.6 m, 34.0 m, 34.5 m, 35.2 m, 35.1 m—un aumento general del 4.8%. La desaceleración máxima disminuyó de 1.07 g a 1.02 g en la cuarta parada. La temperatura de la superficie de los discos delanteros subió de 135°C después de la línea base a 420°C tras la quinta parada; notamos un ligero olor a pastillas pero sin humo, vibración ni desvanecimiento verde. Una serie correspondiente de 60 a 0 mph dio 108 ft, 109 ft, 111 ft, 112 ft, 112 ft (+3.7%).
La modulación se mantuvo consistente durante toda la prueba, y las distancias se estabilizaron una vez que las temperaturas se nivelaron. Sensación del pedal y experiencia del usuario: las pinzas fijas proporcionan un punto de presión sólido con mínima flexibilidad. La calibración del ABS es discreta, con pulsos finos y poco retroceso en el pedal; es fácil reducir la velocidad al entrar en curva sin que se active la intervención prematura. Las reducciones de marcha con talón y punta no alteran el equilibrio del chasis, y frenar con el pie izquierdo resulta natural gracias a una linealidad predecible.
En asfalto rugoso, escuchamos un leve chirrido de las pastillas cuando estaban frías; el polvo es moderado. Rendimiento en condiciones cotidianas y húmedas: desde velocidades suburbanas (30–0 mph), las paradas son suaves y sin drama; el coche resiste los tirones en el tráfico. Con lluvia ligera y discos húmedos, la primera parada de 100 a 0 km/h se alargó un 8% con un breve retraso antes de la mordida completa, luego se normalizó en las paradas subsiguientes al eliminar el agua. Veredicto: excelente rendimiento de frenado en el mundo real para un hatchback de calle/pista.
Las distancias son cortas, la resistencia al desvanecimiento es fuerte para las pastillas y el líquido OEM, y la modulación del pedal inspira confianza. Para días de pista intensos, mejoraríamos a un líquido DOT 4 de alta temperatura y un compuesto de pastillas más tolerante al calor; de lo contrario, la configuración de serie es robusta, consistente y fácil de manejar al límite.