
Realizamos una serie de pruebas de cambio de carril a alta velocidad con el Mazda CX-5 2.5 Turbo (AWD) 2024 para evaluar la afinación del control de estabilidad y el agarre de los neumáticos en una maniobra de emergencia realista. El objetivo: cuantificar la velocidad a la que puede pasar limpio y caracterizar cómo manejan el chasis, los neumáticos y la electrónica las transiciones rápidas y de alta carga.
Primero lo básico: nuestro coche de pruebas es un motor turbo de 2.5 litros cuatro cilindros (256 hp, 320 lb-ft con 93 octanos; 227 hp, 310 lb-ft con 87), transmisión automática de seis velocidades, tracción integral i-Activ, y neumáticos de temporada 225/55R19 de origen en llantas de 19x7 pulgadas. El peso en vacío es de poco menos de 3,900 lb, con el control de vectorización G-Vectoring Control Plus como estándar. El control de estabilidad no se puede desactivar por completo; un botón TCS Off reduce la intervención de potencia pero mantiene el control de guiñada. Las pruebas se realizaron en un circuito cerrado diseñado para un cambio de carril estilo ISO 3888-2, verificado con un VBOX para medir la velocidad.
Realizamos pruebas en incrementos de 3 mph desde 35 hasta 50 mph, con dos ocupantes a bordo (aproximadamente 350 lb en total), medio tanque de combustible, a 68°F de temperatura ambiente, y un ligero viento cruzado de 5 mph. Los neumáticos estaban inflados a 35 psi en frío; las presiones calientes subieron a 37 psi tras varias vueltas. Resultados: el CX-5 pasó sin problemas a 40 y 43 mph con un ligero balanceo de carrocería y un control de trayectoria preciso. Nuestro mejor paso limpio fue a 46 mph (74 km/h), con una aceleración lateral máxima de alrededor de 0.85–0.86 g y un roce mínimo con los conos.
A 48 mph, el frente se fue un poco de lado en la segunda transición, rozando un cono de salida a pesar de la dirección completamente comprometida. A 50 mph, la intervención del ESC y la saturación de los neumáticos delanteros produjeron un subviraje pronunciado que amplió la trayectoria más allá del carril. La configuración del control de estabilidad es conservadora pero efectiva. En la primera maniobra, el sistema reduce el par del motor y agrega un breve roce de freno en la rueda delantera externa para controlar el guiñada, luego usa la vectorización del freno para ayudar a girar de nuevo en la maniobra de retorno.
La transición entre la reducción de par y el control de frenos es suave, evitando un efecto péndulo; el exceso de guiñada se mantiene pequeño, y solo se necesita un pequeño ajuste del volante para enderezar. Con el TCS apagado, el sistema permite un poco más de deslizamiento en el eje delantero antes de intervenir, pero la capacidad final de la trayectoria no cambia. El comportamiento de los neumáticos establece el límite. Los neumáticos de temporada 225/55R19 se calientan rápidamente con los rápidos cambios de izquierda a derecha, con temperaturas de la banda de rodadura IR subiendo desde los 90°F hasta ~118°F después de cinco vueltas.
A medida que las temperaturas y presiones aumentaron, la máxima adherencia lateral disminuyó alrededor del 3% (de 0.86 a ~0.83 g), y el deslizamiento del eje delantero se manifestó antes en la segunda puerta. Las paredes laterales están adecuadamente soportadas para un ajuste de origen, pero el compuesto prioriza la comodidad y el rendimiento en todas las condiciones sobre la máxima tracción. Un cambio a neumáticos de verano de 235/55R19 UHP o de 245 de ancho (si el ancho de la llanta lo permite) debería añadir 2–3 mph a la velocidad del paso limpio y reducir el inicio del subviraje. En general, la estabilidad del chasis del CX-5 y su ESC cuidadosamente calibrado hacen que las maniobras de emergencia sean predecibles e inspiren confianza.
La configuración favorece la seguridad: intervenciones tempranas y progresivas que mantienen la trayectoria ordenada, mientras que aún permiten al conductor dirigir el vehículo. Para uso familiar en condiciones climáticas mixtas, la configuración de serie es sólida; los entusiastas o conductores rurales que realizan maniobras de evasión a alta velocidad se beneficiarán más de una mejora en los neumáticos.