
La industria automotriz está viviendo una transformación importante en la arquitectura eléctrica y electrónica (E/E), con grandes fabricantes que están adoptando sistemas avanzados basados en Ethernet. Esta evolución es especialmente notable en los últimos avances de los principales fabricantes de automóviles, quienes están integrando soluciones de red sofisticadas para hacer frente a las crecientes exigencias de los vehículos eléctricos y sus sistemas cada vez más complejos.
La adopción de arquitecturas basadas en Ethernet por parte del sector automotriz representa un cambio crucial respecto a los sistemas de cableado tradicionales. Esta transición permite velocidades de transmisión de datos significativamente mejoradas y una gestión de energía más eficiente en los sistemas del vehículo. El historial comprobado de Ethernet en redes empresariales se está aprovechando ahora para abordar los desafíos únicos de los vehículos modernos, especialmente en la gestión de sistemas de baterías y carga complejos [1].
Stellantis se encuentra a la vanguardia de esta transformación, implementando nuevas arquitecturas E/E que eliminan la necesidad de componentes separados de cargador e inversor. Esta integración no solo reduce la complejidad del sistema, sino que también mejora la eficiencia general y la autonomía de sus vehículos eléctricos. La arquitectura optimizada permite un empaquetado de baterías más eficiente y una distribución de energía mejorada [2].
El avance en la arquitectura E/E es especialmente significativo para las tecnologías de baterías de próxima generación. Mercedes y sus socios están desarrollando baterías de estado sólido que requieren sistemas de gestión y control de energía sofisticados. Estas nuevas baterías, que se prevén para vehículos de producción, demuestran cómo las arquitecturas eléctricas mejoradas pueden respaldar soluciones avanzadas de almacenamiento de energía [3].
La integración de sistemas modernos basados en Ethernet está permitiendo a los fabricantes implementar características más sofisticadas, desde sistemas avanzados de asistencia al conductor hasta actualizaciones por aire. Esta evolución arquitectónica es clave para soportar las crecientes exigencias computacionales de los vehículos modernos, mientras se garantiza una transmisión de datos confiable y de alta velocidad entre los distintos sistemas del vehículo [1].